La Calzada de los Gigante es una formación geológica bastante curiosa, que sin duda podríamos considerar como una de las maravillas naturales de Irlanda, de Europa, e incluso de todo el mundo.
Hoy por fin, vamos a contarte todo sobre la Calzada de los Gigantes, o como debería llamarse realmente “La Calzada del Gigante” (Simplemente, que a los españoles nos parecía más épico si eran muchos gigantes 😂). Para los curiosos hablaremos de su leyenda y su historia real, pero para los que tengan pensado visitarla, también os contaremos todo lo que necesitáis saber.
¿Cómo se formó la Calzada de los Gigantes?

Si preguntas por el origen de la Calzada de los Gigantes, vas a ver que todo el mundo te habla de dos versiones, la real y la leyenda. A nosotros nos gusta creer en la leyenda, pero te vamos a contar las dos y luego ya tú decides con cual te quedas.
Leyenda de la Calzada del Gigante (Finn vs Bennandoner)

Hace mucho tiempo, al parecer, existía un gigante llamado Finn MacCool que vivía en Irlanda, y otro gigante llamado Bennadoner que estaba en Escocia, en concreto en la isla de Staffa.
Como los dos gigantes eran enemigos entre sí, un día empezaron a tirarse piedras de un lado al otro, y esto acabo formando esa “Calzada del Gigante”, que unía Escocia e Irlanda. De esta forma ellos iban a poder verse las caras y tener un enfrentamiento real.
Cuando el camino ya estaba del todo construido, Finn fue a Escocia, y al llegar, vio lo grande que era Bennadoner, y huyó rápidamente. Ya en casa, Oonagh, que era su mujer, se enteró de toda la historia, y decidió vestirlo como un bebé para esconderlo.
En cuanto Bennadoner llegó a Irlanda, y vio que ese solamente era un bebe, se imaginó lo grande que debía de ser el padre, y se fue corriendo de vuelta a Escocia, solo que está vez, se aseguró de destruir la Calzada para que nunca más la pudiesen cruzar.
Por lo que, según la leyenda, los restos, que están tanto en Irlanda como en Escocia, son lo que queda de ese camino destruido.
La historia real de la Calzada de los Gigantes

Y aunque la leyenda es alucinante, para quien le interese la explicación real que sepa que también es muy interesante.
Al principio, después de que la Calzada fuese presentada al mundo por Sir Richard Bulkeley en el año 1693, todo el mundo pensaba que todo eso tenía que ser algo hecho por humanos. Pero en el 1771, el experto en volcanes, Nicolás Demarest, dio la explicación científica de como se había producido.
Al parecer las 40.000 columnas basálticas hexagonales vienen de la intensa actividad volcánica que se dio hace más de 60 millones de años en el norte de Europa. El enfriamiento rápido de las columnas volcánicas hizo que la roca se solidificase, y a través de la erosión del viento y el mar, estas se agrietaron, se propagaron hacia el interior, y al tener un origen cristalino, acabaron creando esas formas hexagonales.
¿Qué saber para visitar la Calzada de los Gigantes?

Vayas por tu cuenta, o con un grupo haciendo una visita guiada, tu primera parada para ver la Calzada del Gigante va a ser el Centro de Visitantes.
Si tienes poco tiempo, olvídate de este y ve directamente a hacer las rutas para llegar cuanto antes a la Calzada, pero si vas con mucho margen (que es lo recomendable), párate en el centro de visitantes, porque aparte de tener un diseño muy bonito y bien integrado en el ambiente, allí vas a poder descubrir mucho más a fondo toda la información relacionada con la Calzada del Gigante.
Desde el propio centro de visitantes empezarán tus rutas. A continuación, te contamos cuales son las diferentes opciones.
Distintas rutas en la Calzada de los Gigantes
Hay múltiples rutas para visitar la Calzada de los Gigantes, pero nosotros te vamos a hablar concretamente de las 4 “oficiales” y más populares:

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Ruta verde: Es la más sencilla de todas, pero no podrás acceder a la Calzada del Gigante, solamente caminarás 700 metros para llegar a una vista panorámica. (Personalmente, a no ser que te sobre el tiempo para hacer otras rutas, no perdería el tiempo con esta).
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Ruta azul: Esta es la mejor opción para la gente que no tenga mucho tiempo, o que no tenga una condición física muy buena. Se trata de un paseo (muy bonito) por el camino de carretera que han creado, que te lleva hasta la propia Calzada en unos 15/20 minutos. Es el mismo camino que hace la gente que no quiere ir andando y va en el “autobús lanzadera” (cuesta 1 libra).
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Ruta roja: Es seguramente la mejor ruta de la Calzada de los Gigantes, ya que sigue un camino por la montaña, para tener una vista de la maravilla natural desde arriba. Es un pelín más complicada, y tiene unas escaleras bastante empinadas, por lo que nosotros recomendamos hacer la ruta roja de ida (así solo tienes que bajar las escaleras), y la vuelta por la ruta azul, que tiene unas vistas también muy bonitas, y es más sencilla.
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Ruta amarilla: Esta última ruta no la hace casi nadie, y no tanto por la dificultad (que también es un poco más complicada), sino porque requiere bastante más tiempo. Va por la parte alta de los acantilados, y se puede hacer simplemente continuando la roja en vez de bajar los escalones.
Entrada a la Calzada del Gigante

Para todos los que se preguntan cuanto cuesta visitar la Calzada de los Gigantes, deciros que lo que es la entrada, es totalmente gratuito.
Lo que pasa es que habréis oído mil veces el tema de los precios, porque por lo que se paga es por el acceso al centro de visitantes. Que esto incluye el parking, los baños, una audioguía… Y muchas más cosas.
Mucha gente lo que hace es bajarse justo antes de la entrada para ir andando, y que la persona que conduzca el coche pague la entrada para tener acceso al parking. Eso ya como decida cada uno, también tened en cuenta que si pagáis la entrada estaréis contribuyendo al mantenimiento y cuidado de toda la zona. El coste actual es de 13 GBP por persona.
Horarios para visitar el “Giant’s causeway”
Es obvio, pero si es un lugar natural con entrada gratuita, pues el acceso está disponible las 24 horas del día, y no hay ningún tipo de horario. Al igual que te decíamos antes, lo que sí que tiene horario es el centro de visitantes:

- Entre marzo y octubre abre de 09:00 a 18:00
- De junio a septiembre abre de 09:00 a 19:00
- Entre noviembre y diciembre abre de 09:00 a 17:00
- Cierra del 24 al 26 de diciembre por ser fechas navideñas.
En los momentos en los que el centro de visitantes está abierto, suele haber personal de seguridad pendiente de que no pase nada, o sea que, si vamos en otros horarios, hay que tenerlo en cuenta.
¿Cómo llegar a la Calzada de los Gigantes?
Para ir a la Calzada de los Gigantes tienes 3 opciones: Coche, transporte público, o excursiones guiadas.

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Ir en coche es la opción más fácil y lo que hace casi todo el mundo. La Calzada del Gigante está en la carretera B147 Causeway Route, siendo más concretos su localidad más cercana es Bushmills, en el condado de Antrim, que está a unos 3 kilómetros. Por orientarte con ciudades más grandes, se encuentra a más o menos una hora y 20 minutos de Belfast.
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La otra opción es ir en tren o bus, pero te avisamos de que vas a tardar muchísimo más. Tendrás que ir en tren hasta Coleraine, y allí coger el Ulsterbus Service 172.
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En cuanto a las excursiones, nosotros hicimos esta de aquí desde Dublín y estuvo genial porque aparte incluía una visita a Belfast. Si ya estas en Belfast, puedes hacer la excursión desde allí.
¡Tips y consejos!
Y ya estamos casi terminando, pero estate atenta/o a estos consejitos que puede que te sean útiles:
- Ten cuidado con las rocas. Ya sea por el mar, o porque ha llovido, suelen estar mojada y resbalan un montón. No serías el primero en caerse, así que anda con cuidado.
- Si lo necesita hay un autobús que baja desde el centro de visitantes hasta la calzada, y tan solo cuesta 1GBP por trayecto. Lo puede utilizar todo el mundo.
- ¡Intenta ir a primera hora! Si vas en temporada alta, es uno de los lugares más famosos de Irlanda, así que es normal que esté lleno de gente, por lo que si vas a primera hora tendrás la oportunidad de verlo casi vacío, y eso luego se agradece.
- Llévate un bocata o algo para comer. Sobre todo, si tienes pensado hacer alguna de las rutas largas.
