10 cosas que ver y hacer en Dublín

La única forma de empezar una lista de cosas que puedes ver en Dublín es con la famosa catedral de San Patricio. No te vamos a decir, que fue nuestro lugar favorito de toda la ciudad, pero si es muy bonita, y de lejos es el lugar más reconocido de Dublín.

Así como dato, debes saber que es la iglesia más grande de todo el país, y que está dedicada a patrón de Irlanda, que es San Patricio.

Aunque la mayoría de la gente solo la visita por fuera, qué además tiene un parque bastante bonito para pasear por allí, la verdad es que nosotros recomendamos entrar. La decoración interior, su cripta, y sobre todo que a nosotros nos recordó un poco al estilo de escenario de Harry Potter, hace que merezca mucho la pena su visita.

¡Qué mal! Acabamos de empezar nuestro blog de cosas que ver en Dublín, y ya nos estamos metiendo en un debate 🤦‍♂️. Pues sí, efectivamente, toca hablar del Temple Bar, y eso implica discusiones, porque hay gente que lo ama y otros que lo odian. En nuestro caso, ya os vamos adelantando que nos encantó.

El Temple Bar fue literalmente nuestra primera parada del viaje. Veníamos del avión, teníamos hambre y dijimos, pues vamos directos al Temple Bar. Una vez entras vas a ver que está todo super decorado, con luces, chapas, y cosas típicas irlandesas…En general el ambiente es lo mejor que tiene el bar. Si además te pilla que hay algún músico mucho mejor.

El tema de la comida y los precios ya es algo muy diferente, y seguramente es el motivo por el que la gente se queja tanto. Y es que sus precios, aunque no son exagerados, si son más elevados para la comida que se ofrece. De todas formas, creemos que es muy típico de allí, y merece la pena ir. 

Aquí ya no hay más discusiones, te guste o no te guste la cerveza, si vas a Irlanda, y más en concreto, si vas a Dublín, es obligatorio que al menos pruebes la Guinness negra. Es una de esas cosas típicas que hacer en Dublín.

En nuestro caso, Alfon ODIA (Si, con mayúsculas) la cerveza, y Gon no la odia, pero tampoco es muy fan, bueno, pues aun así los dos la probamos. Alfon le dio unos sorbos, y Gon se pidió una entera. Los resultados no fueron muy buenos, la verdad es que estaba muy fuerte y no nos gustó mucho, pero era algo que había que hacer.

No te preocupes, si tu eres de los que le gusta la cerveza como a nuestro padre, ya te podemos ir diciendo que te encantará. El se la pedía a todas horas.

Llamarnos sosos o aburridos, pero uno de los planes que hacer en Dublín que más nos gustó a nosotros era tan simple como dar un paseo por O’Connell Street. La calle en sí es una de las más anchas de Europa, y lo que nos gustó es su ambientillo, casi siempre vas a verla llena de gente.

Además, en la propia avenida encontrarás varios monumentos importantes como es la estatua de Daniel O´Connell, la oficina Central de Correos de Dublín, o lo más curioso de todo, una aguja enorme conocida como el monumento a la luz o el “Spire de Dublín”, que básicamente es una aguja de acero que mide 120 metros de altura.

O’Connell Street también es la calle más comercial de Dublín, así que si quieres hacer compras es tu momento. Y cuando termines, aprovecha y vas a comer a alguno de los miles de pubs que hay por allí.

Otro de los lugares para visitar en Dublín que más merece la pena es la Catedral Christ Church. Siempre está compitiendo con la Catedral de San Patricio por ver cuál es la más bonita de Irlanda. Desde nuestro punto de vista, están muy igualadas, pero a lo mejor está es más bonita por fuera, y la de San Patricio más bonita por dentro.

Algo que debes saber sobre esta iglesia es que es el edificio más antiguo de la ciudad. Se construyó en el año 1028, y quien lo hizo (imagínate lo antigua que es) fue un rey vikingo.

Justo al salir, vas a ver un puente muy chulo que une la catedral con Synod Hall. Este sitio, además de hacer que la composición de la foto quede mucho mejor, tiene en su interior una exposición sobre la historia de Dublín durante la época de los vikingos. Es bastante interesante.

Uno de los lugares más turísticos en Dublín es el Trinity College, por dos motivos; El primero de ellos, su fama como universidad, y el segundo y más importante, su increíble biblioteca. Siendo honestos, la biblioteca del Trinity College era uno de los lugares de Dublín que más ganas teníamos de visitar antes de llegar a la ciudad, y luego nos gustó mucho, pero también nos decepcionó un poco.

La cosa es que la entrada es bastante cara, cuesta 17€, pero claro, la biblioteca es impresionante. Es en la que se inspiraron para hacer el Templo Jedi de Star Wars, también es muy parecida a la que sale en Harry Potter, y en definitiva es muy pero que muy bonita. Pero ves eso y poco más, entonces el precio nos pareció excesivo.

Para colmo, nosotros habíamos reservado a as 12:30 de la mañana, o sea que estaba hasta arriba de gente, así que la experiencia se nos arruino un poco. Aun así no nos arrepentimos de haber ido.

Del lugar más caro, pasamos a uno de los sitios que ver en Dublín GRATIS. También es cierto que es una estatua en la calle, así que solo faltaba que te cobrasen por pasar por allí 😂. Se trata de la estatua de Molly Malone, y es un lugar que te hará echarte unas risas.

Para poneros en contexto, deciros que Molly Malone es la protagonista de una canción muy popular en la que se contaba que ella era una vendedora que iba empujando un carro de pescado durante el día, y que por la noche era prostituta.

Lo que pasa es que, si te fijas bien, la estatua tiene el color de los senos mucho más desgastado, y el motivo es porque según la leyenda, si se los tocas tendrás suerte. Así que por supuesto, todo el mundo que pasa por allí manosea a Molly Malone para ser más afortunado.

Una de las actividades que se pueden hacer en Dublín, es disfrutar del Río Liffey y de los puentes que lo decoran. Este se encuentra muy cerquita de Temple Bar o de O’Connell Street, así que puedes ir a verlo después de pasar por allí.

Dentro de lo que es ver el Rio Liffey, te recomendamos hacerlo mientras cruzas el Ha’penny Bridge (Puente del Medio penique) o el Millenium Bridge. Además, si vas de noche o en Navidad, lo verás iluminado que eso siempre hace que sea mucho más bonito.

Desde allí vas a ver una de las típicas postales de Dublín, que es sacando el río y la Custom House a lo lejos. Si eres fotógrafo es un lugar que te recomendamos muchísimo.

Nos sorprendió mucho no ver en ningún guía la recomendación de perderte y empezar a callejear por Dublín. Las casas tienen puertas de colores, hay barrios muy naranjitos y otros muy del estilo británico, y todo esto hace que sus calles sean muy bonitas, así que si tienes tiempo yo que tu me perdería un rato y a ver que te encuentras.

Insistimos que lo gracioso es perderte, pero a lo mejor agradecerías perderte por la zona de St. Andrew Street y Wicklow Street 😜. A nosotros nos gustó mucho.

Estarás pensando que, para no gustarnos la cerveza, no paramos de hablar de ella, y es cierto, pero es que es la ciudad de la cerveza y estas son paradas obligatorias, aunque no te guste. En este caso vamos a la Guinness Storehouse.

La Guinness Storehouse es la fábrica y el almacén de la cerveza Guinness. Bueno, realmente es la antigua fabrica que ahora está convertida en museo para que lo disfrutemos los turistas. Allí te enseñarán el proceso de elaboración de su famosa cerveza negra, pero también te mostrarán la inmensa colección de antiguas botellas, carteles…

Lo mejor, es que, al terminar el recorrido, puedes acabar en el Gravity Bar y tomarte una cerveza mientras disfrutas de la que es seguramente la mejor vista de todo Dublín. La Guinness Storehouse es una parada obligatoria y sin duda una de las mejores cosas que hacer en Dublín.