10 comidas típicas de Francia

No podíamos empezar a hablar sobre la comida tradicional francesa, y no mencionar su mayor icono: “La Baguette”.

A estas alturas de la vida, todos sabemos lo que es, o sea que no necesita presentación, es básicamente una barra crujiente y fina de pan, elaborada con agua, harina de trigo, levadura, masa madre y sal, y sin duda es el pan más famoso del mundo.

Algunos dicen que se creo en la época de Napoleón para que los soldados pudiesen transportarlo más fácilmente, otros simplemente dicen que se hizo porque requería menos tiempo al cocinar… Hay miles de teorías, pero lo único que tenemos claro hoy en día, es que es tan popular que la gente dice que los franceses siempre van con una baguette bajo el brazo (por supuesto, no es cierto 😂)

Como decíamos, empezamos la lista con los platos más típicos de Francia, y sin duda, uno de ellos son los crepes, que por cierto, me atrevería a decir que son nuestros favoritos (sobre todo si son dulces).

Las crepes se popularizaron primero en el norte de Francia, en Bretaña, pero ahora ya son tan famosos, que no solo se toman por todo el país, sino que por todo el mundo.

En concreto hay dos tipos de crepes, los salados, que pueden ser de queso, de carne, de embutidos, y los dulces, que suelen tomarse con algún tipo de sirope, con mermelada, o incluso con helado… ¡Están buenísimos!

Para terminar con el top 3 de las comidas más populares de Francia (siguen quedando algunos muy reconocidos), tenemos los croissants.

Muchos se empeñarán en decir que no se puede contar a los croissants como franceses porque realmente nacieron en Austria, pero la realidad es que en Francia están por todos los lados, y, de hecho, han sido ellos quienes lo han “comercializado”, así que se puede considerar tradicional de Francia tranquilamente.

Lo normal es tomar los croissants para desayunar, aunque también se pueden tomar de merienda, y en alguna rara ocasión de postre. Los hay sin nada, más cremosos, rellenos de chocolate… ¡Tú decides!

Por ahí se dice que a la comida española lo que le falta es un poco de marketing, y el ejemplo que se suele mencionar es el del pisto, que para muchos es prácticamente igual que el Ratatouille, solo que este es un plato famoso internacionalmente. Pero bueno, no vamos a empezar un debate, porque luego se lía 😅.

El ratatouille, para quien no lo conozca, es una mezcla de varios vegetales, como tomates, ajos, pimientos, calabacín, y berenjenas, que luego están aromatizados con distintas hierbas provinciales.

Es típico del sur del país, pero una vez más, se ha extendido mucho, y hoy en día es uno de esos platos típicos franceses que ya es conocido por todo el mundo.

Algo que es muy icónico de la gastronomía francesa es la sopa de cebolla, o como ellos la llaman “Soupe à l’oignon” (ya que te sirva para pedirla en algún restaurante de por allí 😉)

Sobre este plato también hay muchas teorías, algunos dicen que ya se hacía antes en otros países, otros dicen que viene de la revolución francesa, pero la realidad es que hay un recetario del siglo XIV que está en la biblioteca nacional de Francia que demuestra que es de mucho antes.

Es un plato que está muy bueno, únicamente lleva cebolla, pan, vino, y queso. Además, puedes hacerla o con caldo de pollo o carne, o con caldo vegetal para los vegetarianos.

Este plato le añadimos a la lista con el permiso de Bélgica, ya que allí los toman a todas horas, y la verdad, nosotros los pedimos varias veces en Bruselas, y estaban increíbles. Pero bueno, como también se toman mucho en el sur de Francia, se puede considerar perfectamente uno de los platos típicos de la gastronomía francesa.

Los moules frites, para quien no los conozca, son básicamente mejillones acompañados con patatas fritas, lo que pasa es que los mejillones van acompañados de una salsa de cebolla y queso que esta riquísima.

Aunque pueda parecer un aperitivo, se comen tantos de ellos que te vas a llenar bastante.

Aunque tenga origen en Suiza, el raclette también es parte de la comida típica de Francia, porque lo toman muchísimo y a los franceses les encanta.

A la hora de hablar del raclette, hay que diferenciar entre el queso (que es de leche de vaca), y el plato, que es lo que de verdad se ha hecho muy famoso en el país.

El plato, que realmente se le conoce como “La Raclette”, es básicamente una mezcla de ese queso, que se hace con una parrilla eléctrica especial, y patatas, embutidos, y en ocasiones pepinillos.

Igual que el mundo entero mira raro cuando en un país se comen cucarachas, o escorpiones, a los españoles y sobre todo a los franceses, se les mirar raro por comer caracoles… Y es que en Francia son super típicos.

Imagínate como es la cosa, que, durante el siglo XIX, en Francia se obsesionaron tanto con los caracoles que casi extinguen algunas de sus variedades. Ahora ya lo tienen dominado y hay hasta granjas de caracoles.

Hay miles de recetas de caracoles, pero los favoritos son los de Borgoña, y los de viña. Te den asco o no, si quieres probar la comida típica francesa, que sepas que este es uno de los platos más importantes.

Realmente la quiche deberíamos haberla puesto más arriba en la lista, porque es una de esas cosas que se come en Francia, pero que ya es popular en todo el mundo, y raro es el país donde no la vas a encontrar.

La quiche es un invento increíble para toda esa gente que prefiere lo salado antes que lo dulce, ya que básicamente es una tarta, pero salada. Originalmente estaba hecha con masa quebrada, huevos, y nata, pero hoy en día, hay muchas más variedades con quesos y embutidos.

La quiche Lorraine, como su propio nombre indica, viene de la región francesa de Lorena, y se dice que su origen es del siglo XVII.

Y ya para terminar con nuestra lista de los 10 platos tradicionales franceses, tenemos la conocida “Crème brûlée”, que una vez más, va a generar debate por si es igual que la crema catalana, pero la realidad, es que la primera mención de este plato es de 1691 en Francia, o sea que no les vamos a quitar el mérito.

La Crème brûlée es un postre que lleva yemas de huevo, azúcar, leche, vainilla y caramelo, y básicamente es como una especie de natillas, pero con una capa caramelizada por encima. Está riquísima, porque mezcla esa parte más blandita con lo crunchy del caramelo.

Sea de Cataluña, o de Francia, la realidad es que las dos versiones están buenísimas, así que disfrutemos de ambas sin quejarnos.